Es cierto que ningún país del mundo estaba preparado para enfrentar la pandemia por COVID-19, pero quienes tuvieron capacidad de reacción  disminuyeron mortalidad.

En el tiempo, se fueron sentando bases de como enfrentar lo inicialmente desconocido, pero aun con recursos disponibles para adquirir productos contra el COVID la escasez hacia que ni con dinero en mano fuera posible obtenerlos; hablamos de elementos de protección personal sobre todo de  respiradores N-95, ventiladores mecánicos, infraestructura, oxigeno etc y en cada etapa, los problemas se fueron haciendo mas críticos producto del incremento inusitado del contagio haciendo que la poca oferta de salud sea superada por la gran demanda de atención; y en ese escenario el valioso capital humano de profesionales de la salud, no solo resultaba insuficiente si no también escaso donde ni con mayores sueldos se podría contratar mas personal por que sencillamente ¡YA NO HAY MAS¡

Entonces se busca menguar el impacto de este recurso emitiendo normas para que puedan laborar en mas de una entidad del estado y en consecuencia percibir mas de una remuneración de este, pero que tan efectiva podrá resultar esta medida si los profesionales consideraran mas valiosa su vida expuesta en condiciones actuales como para continuar exponiéndola; la gran cantidad de médicos y enfermeras fallecidos en la lucha contra la pandemia son recuerdos diarios del riesgo

Entonces llegamos al punto en que no basta contar con dinero para enfrentar la pandemia, si no se pueden adquirir los medios para combatirla.

Pero la pandemia no solo afectó al ciudadano, si no que ha tenido y tiene impacto en la economía nacional, dado que al disponerse cuarentena la actividad económica se paraliza, en consecuencia la recaudación tributaria disminuye, el desempleo aumenta, se reduce el consumo interno, disminuye la producción y para el caso de los hospitales decrece su recaudación por venta de servicios médicos y por tanto el financiamiento del presupuesto por dicha fuente.

Pero que ocurre si en medio de este escenario añadimos CORRUPCION.

Respondamos algunas preguntas:

• ¿En que medida el crecimiento de la pandemia depende del Gobierno?, 
• ¿Cuánto aporta el comportamiento de la población en el aumento de casos COVID?
•  ¿El estado es responsable de la escasez de oxígeno y medicamentos?
• ¿El estado es responsable de la carencia de profesionales de la salud, infraestructura y equipamiento?
• ¿El estado es responsable de no trabajar sobre prevención de pandemias?

Creo que si todos conformamos el país nos daremos cuenta que somos el Estado y  también parte del problema

Entonces que hacer contra todo ello:

Si toca al gobierno recuperar credibilidad en la población sancionando severamente  al corrupto y corruptor.

Si toca a la población contribuir en el control de contagios acatando responsablemente las disposiciones sanitarias.

Si toca al gobierno dictar medidas efectivas y menos populistas para reactivación de la economía.

Si toca al gobierno simplificar y romper la burocracia para favorecer el ingreso de productos que contribuyan en la lucha contra la pandemia.

si toca a los hospitales disponer el mejor uso de recursos para efectivizar su aplicación sin descuidar la salud de quienes luchan contra la pandemia.

Si toca al gobierno no mezquinar los recursos de compensación económica para quienes con justo derecho cumplen a cabalidad con su deber en la lucha contra la pandemia.

Es necesario reenfocar estrategias para vencer a un enemigo común pluralizando el ingreso de VACUNAS, masificando disponibilidad y por ende cantidad de vacunados al mas corto plazo.

¿O CREEN QUE NO¡